martes, 26 de octubre de 2010

sueños enterrados

La reencarnación del alma negra

Sobre los huesos de mi hedionda frasada

Eran solo dulces pesadillas

Que flotaban indiferentes

Sobre caras muertas en la orilla

Y los cangrejos deambulaban tristemente

Y felizmente nadie los veía

La turbulencia esta en mis muslos

Y se entornilla en mis caderas

Sables cortan las maderas

Del árbol del amor perfecto

Porque no hay amores de arquitectos

Ni peligro para el muerto

Alla en las selvas de cemento

No hay politicas de izquierda

Donde dios riega la tierra

Es donde mas vale la pena

Gracias dios por nuestra lluvia

Gracias dios por nuestra arena

Gracias dios y no te mueras

El silencio en nuestras piernas

Las naranjas y tormentas

Asi es como se vive si no te acuerdas

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